Sus zapatos negros de muñeca, no parecen estar hechos para caminar, sino para ser presentada ante el mundo. Dos breves mechones cuelgan simétricamente de su cabeza, adornados con lazos blancos y un fl
I Estacionamos el carro frente a la línea del tren, ese que retumba las paredes de madera de la vieja casa. Nos presentamos ante la puerta, es una casa sin portones. La pintura amarillo claro de las p
No hablo mandarín, ni cantonés. Si pudiera, quisiera pronunciar la palabra mar y la palabra rosa, también la palabra mamá y abuelo. +++ Abuelo atravesó el mar Pacífico y llegó a Costa Rica desde Enpin